Por Nadia Soberanes
No importa cuál sea tu emprendimiento, bien o servicio, ten por seguro que tus clientes o usuarios están buscando un producto de calidad. ¿Estás listo/a para ofrecérselos?
En un mundo lleno de tantas opciones de consumo, los emprendedores se enfrentan a mayores retos para lograr ser exitosos en el mercado, más que simplemente sobrevivir, se deben de ofrecer productos que aporten valor a quienes lo adquieren, a la comunidad o al mismo planeta.
Para comenzar, entendamos el concepto de calidad más allá del grado en el que un conjunto de características inherentes de un objeto cumple con los requisitos., veámoslo en una organización que basa sus acciones, sus procesos y cultura en general no sólo en cumplir con lo mínimo esperado, sino que busca aportar un valor extra. Ahora bien, si desde la idea o durante el inicio de nuestro proyecto de negocios incluimos esta visión y decidimos implementar un sistema de calidad será un paso enorme; aclaro, nunca es tarde para querer hacer mejor las cosas, pero de aquí es que viene el término de “indispensable”, si hoy no haces lo mejor para tu emprendimiento, quizá el día de mañana sea demasiado tarde.
La calidad no se limita sólo al producto que entregas sino a cada uno de los engranes de tu negocio, desde las personas, los procesos, los sistemas, los proveedores, la documentación, los controles, la producción, etc. Es más, aplícalo contigo y verás los resultados como lo mencionamos en el artículo El camino a KAIZEN.
Por cierto, es muy importante nunca dejar de lado la normatividad, antes de echar a andar algo investiga acerca de las normas aplicables en tu país, seguramente encontrarás alguna que norme tu proceso. Hazlo, y no caigas en irregularidades legales que afectarán a tu negocio por omisión.
Todo esto es tarea de los emprendedores, de los socios, si tu equipo no sabe del tema, no dudes en acercarte a algún asesor ya que ustedes deberán definir la parte estratégica del negocio y será dentro del proceso planeación y organización donde se establecerán las políticas de calidad y los procesos pertinentes, siempre alineados a la razón de ser del emprendimiento.
Aunque en un principio podría parecer complejo, los resultados serán visibles. Calidad es reducir tiempos, recursos y errores, es tener un enfoque en el cliente, en tu personal y en el medio ambiente.
Cada empresa es única y diferente, pero aún así puedes basarte en las mejores prácticas e historias de éxito y adecuarlas a las necesidades de tu negocio (tenemos de ejemplo a las empresas japonesas, pero en un futuro próximo esperamos que también lo sean las empresas mexicanas).
Recuerda que tus clientes o usuarios siempre tendrán expectativas y esperan lo mejor de ti, ¡te deseamos todo el éxito!