Por Juan Vázquez  

No todos los negocios se crean de la misma manera. Quienes, por ejemplo, empezaron Airbnb y lograron crear una empresa multimillonaria que lanzó su oferta pública inicial son el ejemplo de los emprendedores de los cuales más escuchamos hablar y tratamos de seguir sus pasos. Y eso es más que excelente,

¿¡Quién no quiere crear un negocio que transforme al mundo!? Sin embargo, la historia de cómo crearon su empresa no necesariamente aplica para todos. No todos las empresas son Amazon o Facebook. Mientras que estas empresas surgieron en garajes o dormitorios, fueron capaces de levantar múltiples rondas de “capital de riesgo (venture capital)” de inversionistas, lo cual catapultó su crecimiento exponencial por la oportunidad de mercado a la que atacaban, con un nuevo o altamente innovador enfoque.

El problema que vemos constantemente es que muchos negocios pequeños tratan de seguir este crecimiento exponencial basado en inversionistas de riesgo simplemente porque son las cosas que escuchamos o conocemos, y asumimos que esa es la manera que las cosas funcionan. Pues déjame decirte que, ¡no lo es!

Debemos comprender que por un lado tenemos a las empresas que pueden llegar a valer 10, 20, 30 millones de pesos, pero no como el típico unicornio que vale 1,000 millones de dólares. Hay reglas diferentes para cada una de ellas. Desde el levantamiento de capital, hasta la manera en la que reclutan a su equipo y encontrar a sus co-fundadores. Y muchas veces la terminología resulta confusa porque es cierto que ambos son pequeños negocios en un punto pero para entenderlo debemos separarlos en ambos grupos: las empresas pequeñas y las “startups”.

Te presento algunas características que te podrían ayudar a determinar el tipo de negocio que estás creando:

¿Provees de algún servicio que requiera empleados para funcionar? Probablemente te encuentres en el lado de la pequeña empresa, debido a que necesitas escalar a tu staff para escalar tus ingresos y esto usualmente nos lleva a márgenes de ganancia más pequeños y un crecimiento más lento. ¡Ojo! Esto no es bueno ni malo, simplemente es la tendencia de las pequeñas empresas.

La categoría de startups es usualmente relacionada con tecnología o con software, esto significa que una vez que el software es desarrollado, millones de personas lo usan sin necesidad de una cantidad proporcional de empleados. Si por ejemplo, estás reemplazando algún proceso manual con tecnología, podría significar que estás apuntando al lado de las startups pero debes de tener claro y ser realista sobre cuánto dinero puede generarse con esto, lo que va a dictar el tamaño de tu negocio.

Ahora hablemos del famoso “fundraising” o levantamiento de capital. Los inversionistas que apuestan a la categoría de startups en sus fases iniciales, esperan un retorno de 10 veces lo que invirtieron. Esto es, si lograste obtener 500,000 pesos en una valuación de 5 millones de pesos, entonces ellos esperan que tu negocio tenga una valuación 50 millones de pesos en los primeros 5 a 7 años.

Recuerda que definir el tamaño correcto de tu proyecto va a establecer las expectativas, posibles recompensas y posibles riesgos a los que te vas a enfrentar. Lo que definitivamente no deberías hacer, es levantar un capital semilla multimillonario y darte cuenta que no puedes escalar tan rápido como tu esperabas.

Sea cual sea la ruta que elijas, recuerda que debe ser algo que ¡AMES! porque lo estarás haciendo día y noche por años y se volverá gran parte de tu vida y tu carrera profesional. Si tienes éxito tendrás que estar relacionado con este proyecto que construiste básicamente para siempre de una manera u otra.

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